El miedo a la muerte: Una relación con los cambios durante la vida y su relación con la ansiedad


En el psicoanálisis, quizás más que en cualquier teoría de la personalidad, no es válido hacer generalizaciones acerca de las patologías que se puedan presentar en el ámbito de la salud metal. Así pues, el origen de cada estado patológico, debe de encontrarse en cada caso particular. A manera de ejemplo, podemos decir que una persona con una infección en el estómago, tendera a tener dicha infección por bacterias diferentes y por ende el antibiótico que se elegirá para tratar esa infección, estará en función de la bacteria. Obsérvese como un mismo estado patológico, precisa de diferentes antibióticos; lo mismo sucede con la mente, una misma patología tiene diferentes causas, que deben de ser rastreadas para obtener la cura.



Siguiendo el mismo símil que hemos expuesto, encontramos que la ansiedad, aunque los síntomas son casi iguales, no dependen de una causa única, sino que esta debe de buscarse paciente por paciente.

Freud estableció que al no tener una representación mental en lo inconsciente acerca de la muerte, no se podía temer a la misma. Esta cualidad –de estar conscientes de la finitud de nuestra existencia- pertenece solo a la especie humana. No estamos hablando de que cualquier ser vivo trate de salvar su vida debido a que sus impulsos orgánicos le indiquen ante un peligro, que deba ponerse a salvo; estamos hablando que solo el ser humano tiene la capacidad de saber que tarde o temprano, morirá.

Entonces, si la ansiedad, a grosso modo, es un miedo a morir ¿Es en verdad un miedo a morir físicamente o se trata de un miedo a morir simbólicamente? Las más de las veces uno lo interpreta de la primera forma, cuando en verdad se trata de la segunda.

Así pues, muchas veces la ansiedad generalizada, definida como el miedo general y constante de “que pase algo” puede derivarse en muchos caminos de no tratarse a tiempo tales como: miedo a objetos o situaciones específicas (fobia social, fobia a los lugares abiertos o agorafobia, etc.), miedo a que pase algo en nuestro cuerpo (hipocondrías), la máxima expresión de la ansiedad que son los ataques de pánico; etc.

Ahora bien, ese miedo a morir, al ser simbólico, muchas veces se da no porque se tenga un miedo a la muerte física, sino a la muerte de condiciones que se viven en la actualidad, y que, de trabajarse psicoterapéuticamente, encontraran su solución. Así pues, bajo este orden de ideas, podemos decir que muchas veces nos da miedo pasar de un estado de vida a otro, que puede ser en representación de lo social, cultural, pero con mayor peso en lo afectivo. Una persona que ha perdido una pierna y que depende mucho de la aprobación ajena, tratara de ocultar su nueva condición, y de hecho puede llegarse a aislarse totalmente de la gente; una persona que ha perdido una madre, tiene que asumirse en un nuevo rol de orfandad, lo que puede simbolizar que se está desprotegido y vulnerable, aunque conscientemente sepamos que no es así; una persona que ha terminado una carrera y que pueda ello implicar la fantasía de libertad del lazo materno o paterno, puede vivenciar eso como una traición, o un desapego para con los padres con la consiguiente posible fantasía de perdida de amor (En estos casos se pueden hacer varios comportamiento para tratar de no pasar a ese estado: parejas jóvenes en donde se embaraza la mujer y no termina sus estudios o no se titula o donde el hombre tiene que abandonar los mismos por tener la obligación de ganarse el sustento familiar (es decir, se teme pasar del estado de estudiante y de ser un ciudadano a un estado de “Licenciado”, “Doctor” etc. pasando ya no a ese estado con un grado académico, sino al de padre y/o madre no ganado o superando así a las figuras paternas que no tienen ese grado académico) ; una mujer, que ve perdido su matrimonio puede llegar a tener ataques de pánico, al percibirse a sí misma como sola y que la sociedad la juzgue como “divorciada” y por tanto se rehúsa pasar de ese estado de mujer casada a divorciada (cosa similar que pasa cuando se puede pasar de estado de soltera a casada), etc.

En fin, una posible vía de investigación en un paciente de la ansiedad y sus posibles derivaciones explicadas, se pueden encontrar en las “transformaciones” que para muchos son normales pero que para estos pacientes en especial, simbólicamente les representa “una muerte” y, por tanto, el miedo a la misma.

Normalmente, este tipo de patologías son relativamente fáciles de curar, cuando esto no se ha complicado en grado sumo. Se revisan las fantasías entre mezcladas en el paciente y se debe de acompañar a hacer un DUELO de la etapa que se deja a la etapa que se entra. Si el duelo se lleva de manera normal, este ´pasara por todas sus etapas, llegando a la aceptación y resignación de la nueva etapa por vivir, cancelando así, las raíces que originan ese miedo a morir y por tanto de la ansiedad.

Por Guillermo C. Wong Cohén (Psicólogo y Psicoanalista).

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